domingo, 5 de febrero de 2012


HORMIGAS "CULONAS":
Después de Semana Santa no es fácil ser hormiga culona en tierra santandereana.
Desde hace 500 años, los hombres hacen guardia en la boca de los hoyos de esta tierra guanentina. Estos valles son la vertiente misma de la imaginación de la culona, hormiga comestible, única en su sabor agrio en el mundo, reina criolla de los insectos que debe su nombre a lo enorme de su trasero lleno de huevos.Miles de ellas salen de los hormigueros donde hibernan en los valles de San Gil, Curití, Villanueva, Barichara y Guane, buscando los rayos del sol para el apareamiento. En ese momento son atrapadas por los campesinos, en bolsas, jarras, ollas, costales, para ser tostadas vivas al fogón. 
Saber el día exacto en que van a salir más hormigas es un legado de la tradición indígena de los guanes, perteneciente a la familia lingüística Chibcha. Los guanes, que vivieron entre los siglos VII y XVI, al aprendieron a masticarlas y a defenderse de la picada de los machos, que no se consumen, pero atacan con ferocidad a los intrusos.Desde esos tiempos, cada mañana, durante nueve semanas al año, las culonas hacen parte de una tradición gastronómica, que luego de colonizar las mesas del país, ha llegado hasta Inglaterra, Alemania, Portugal, Canadá y Estados Unidos.
La quimera, que ya recorre el mundo, le atribuye a la hormiga culona poderes afrodisíacos, analgésicos y de longevidad, más aun si se consumen vivas, tras cortarles las patas, las alas y el pico.
A pesar de que este tipo de insecto cuenta con ciudades subterráneas en el Eje Cafetero y los Llanos Orientales, habitadas entre 50 y 200 millones de hormigas, la cocina santandereana convirtió este departamento en la fábrica oficial de culonas de Colombia.
El sociólogo e historiador Emilio Arenas asegura que si bien era consumida por las clases populares, la alta sociedad santandereana le tuvo resistencia a su culo.
"La hormiga tuvo una etapa vergonzante. Los ricos las llamaban hormigas colonas. Les daba pena referirse a ellas. Incluso en alguna ocasión se aseguró, para des-prestigiarlas, que provenían de los cementerios. Pero la hormiga culona no ha perdido su vigencia".
Arenas considera que su consolidación como símbolo es producto de la tradición indígena que sobrevivió al paso de los años.
"Los artesanos y los artistas forjaron el concepto con sus obras. Las mujeres en la cocina hicieron su aporte. En los años 50, una importante empresa de transporte las llevó por todo el país. Luego los medios de comunicación hicieron su trabajo y se arraigó esta tradición".
Un estudio de la Universidad Industrial de Santander encontró que son una fuente rica en ácidos grasos no saturados, es decir, un alimento que previene enfermedades como el alto nivel de colesterol sanguíneo.
Por su parte, Hernando Medina, empresario bumangués, aseguró que el mercado de hormigas en el exterior es relativamente nuevo y está en crecimiento. Medina arrancó su proyecto hace cinco años exportando 50 kilos y hoy envía al año 800 kilos del insecto.
"La fuerte tradición santandereana de comer hormigas culonas se expande en el mundo con mucho éxito. Es una costumbre heredada de nuestros ancestros indígenas y así lo están reconociendo en los mercados extranjeros".
Para fortalecer esta tradición, Jorge Raúl Díaz, propietario de una finca de 30 hectáreas con 39 nidos de hormigas certificados, promueve desde hace dos años el concurso 'A coger culonas', que reúne a 20 novatos y expertos cazadores. El año pasado, en sus bolsas se amontonaron 56.000 hormigas.
Así, los santandereanos perpetúan una tradición que acompañó a sus antepasados, los guanes, y que comienza cada año en luna menguante al terminar Semana Santa. 
Dominio:
Reino:
Subreino:
Filo:
Subfilo:
Clase:
Subclase:
Infraclase:
Superorden:
Orden:
Suborden:
Superfamilia:
Familia:
Subfamilia:
Tribu:
Género:
Atta
Especie:
A. laevigata
Nidos
Las Atta son muy buenas excavadoras. Sus hormigueros son muy grandes y pueden extenderse a más de 100 metros cuadrados, y hasta una profundidad de más de 5 metros. La entrada principal puede tener hasta nueve cm de ancho (Wheat 1981). Los nidos son perennes, pueden durar más de 50 años (Zayas 1982).
Castas
Como es usual en las hormigas, las Atta están divididas en dos grupos de clases o castas. Están las reproductoras que son las hormigas fértiles y aladas,machos y reinas. Éstas se aparean en el llamado vuelo nupcial, donde la reina resulta preñada y puede originar una nueva colonia por sí sola, de la que será mientras viva la única madre.

Y están las obreras (hembras infértiles) que exhiben un alto grado de polimorfismo, con hasta cinco castas presentes en una colonia normal. Desde las más pequeñas o jardineras hasta las más grandes y cabezonas o soldados. Ellas se encargan del corte de hojas, su acarreo, su masticación, el cultivo de hongos alimenticios, el aseo del nido, el cuidado de la cría (huevos, larvas y ninfas) y la protección de la colonia. Un ejemplo de comportamiento complejo es el de la casta de jardineras (las más pequeñas) en la especie Atta cephalotes. Éstas cuando son jóvenes se dedican al cultivo de hongos. Pero al madurar cambian de tarea, y se hacen llevar sobre los trozos de hojas que las hormigas acarreadoras portan. Su tarea es evitarles que sean atacadas por moscas parásitas (de la familia Phoridae), que parasitan a la casta de acarreadoras cuando éstas están imposibilitadas de defenderse. Este gran número de castas, con alta diferenciación morfológica, especialización funcional y relaciones complejas, sugieren un elevado avance evolutivo.
Vuelo nupcial
El vuelo nupcial de las Atta se da generalmente al comienzo de la época de las lluvias. Salen de sus nidos o colonias cuando termina de llover y en el crepúsculo, o en otras especies como Atta mexicana y Atta texana, justo antes del amanecer. Es entonces cuando son colectadas las reinas para su uso culinario. Como la caída de las primeras lluvias suele ocurrir en el mes de Mayo, las reinas y los machos son llamados en ciertos lugares - en Honduras, Guatemala y El Salvador por ejemplo - zompopos de mayo. Atrapar a las reproductoras para comerlas asadas o combinadas con otros ingredientes, no resulta difícil, especialmente en el campo donde pueden aparecer por millares en una zompopera, pues por lo general son dóciles.
Enemigos naturales
Además de las moscas parásitas (de la familia Phoridae), otras moscas asociadas son Puliciphora borinquensis Wheel. y la mosquita Pholaomyia leucogastriaLoew (familia Milichidae). Cuando salen en vuelo nupcial las reinas y machos son depredados por aves y murciélagos. El nido ya establecido con varios millones de hormigas se enfrenta a muy pocos peligros, salvo las inundaciones o el daño humano, y hormigas depredadoras especializados del género Nomamyrmex.
Alimentación
Como AcromyrmexAtta se alimenta mayormente de un hongo específico que cultivan en un medio de tejidos de hojas masticadas, humedecido con saliva y gotitas fecales. Datos moleculares y observación de fructificaciones confirman que el hongo cultivado por las especies de Atta es el micelio vegetativo de un basidiomycete, Leucocoprinus gonglylophorus de la familia Agaricaceae (antes Lepiotaceae), erróneamente identificado como Attamyces bromatificus Kreisel (Mycelia esterilia). Los cultivos parecen esponjas, se hacen en jardines subterráneos que a veces pueden ser enormes, pudiendo alcanzar un metro de largo por 36 cm de ancho. El micelio del hongo forma unas células o hifas hinchadas llamados gongilidios, con reservas alimenticias que las hormigas ingieren. El hongo cultivado es completamente dependiente de los cuidados de la hormiga, que lo mantiene puro. En ausencia de la hormiga los cultivos serían invadidos por otros hongos. El hongo específico es el alimento de todos los miembros de la colonia, pero es el único alimento de la reina, de las larvas y otros miembros de la colonia que permanecen en el nido. Se trata de un mutualismo obligado para hongo y hormigas. Las obreras que cortan hojas, además, ingieren savia de las plantas mientras cortan sus segmentos.

La hembra alada, antes de emprender su vuelo nupcial, lleva consigo un pequeño segmento de hongo en su saco infrabucal. La hembra ya fecundada y desprendida de sus alas, cuando encuentra un refugio apropiado, regurgita una bolita del hongo y la empapa con gotitas fecales y agrega huevos grandes estériles (de alimentación) aplastados para comenzar el cultivo del primer jardín de su incipiente hormiguero.
Las Atta suelen evitar forrajear a pleno sol, prefieren hacerlo de noche o en días nublados. Las cortadoras suben en masa a los árboles y sobre las hojas hincan sus mandíbulas y girando sobre sí, cortan secciones curvas muy características que delatan su trabajo. Las columnas de acarreadoras pueden verse en horas de poco sol o en la noche, con grandes trozos de hojas (en proporción a sus cuerpos) levantados en alto a modo de sombrillas. Pueden atacar numerosísimas plantas y en casos extremos no desprecian cortar pedazos de papel o tela para llevar a sus nidos. Estas especies han evolucionado para cambiar constantemente la planta forrajeada, aparentemente previniendo el despojo total de hojas y la muerte de árboles, así evitan un efecto ecológico negativo teniendo en cuenta su elevado número de individuos. Sin embargo, esto no disminuye la gigantesca cantidad de follaje que cosechan, se estima que en América del Sur son responsables de la descomposición del 20 % de las hojas.


Plaga de cultivos
Teniendo en cuenta lo anterior, el género es considerado una de las mayores plagas en los cultivos en áreas donde la actividad de sus nidos coincide con plantaciones agrícolas o de jardines. Pueden causar mucho daño en poco tiempo, consumiendo todas las plántulas de un semillero. Cuando prefieren una planta, arbusto o árbol, pueden dejarla sin hojas en una noche.

PREPARACIÓN DE HORMIGAS CULONAS:Las hembras preñadas de algunas especies del género Atta (hormigas arrieras) en la región de Santander (Colombia) constituyen una especialidad culinaria, denominada hormiga culona u hormiga santandereana. Han sido comidas durante siglos, como una tradición heredada de culturas precolombinas como la Guanes. Las reinas son las únicas comestibles. Ellas son colectadas durante unas nueve semanas cada año, en la temporada lluviosa, que es cuando salen en vuelo nupcial. Este alimento es usado tradicionalmente como regalo de bodas, por la creencia de que estas hormigas son un manjar afrodisíaco.